Maximiliam I Joseph de Baviera autorizó a los productores a vender directamente a sus clientes la cerveza que se fermentaba en sus sótanos.
En siglo XIX se decretó que la cerveza se debía preparar en los meses fríos y conservala a temperaturas de 4 a 8 grados. Para que la cerveza pudiera ser servida también en los meses calurosos las grandes cervecerías construyeron sótanos en las márgenes del río Isar para conservarla a temperaturas adecuadas. Y para ayudar a mantener fresco el suelo sobre los sótanos, éste se cubría de gravilla y se plantaban castaños que aportaban mucha sombra.
Las cervecerías vendían a sus clientes el preciado líquido dorado directamente en los sótanos, éstos tenían permitido llevar una jarra de gran tamaño llamadas "Bierkrug" para ser servidos y se bebía en casa. Quienes iban a comprar cerveza a menudo volvían a casa con la jarra vacía. Así fue como nacieron los jardines de cerveza.
También se comenzó con la venta de comida sin embargo, esta práctica afectaba a los pequeños comerciantes lo que les llevó a solicitar el auxilio del rey Maximilian I quien decretó que quienes quisieran comer llevasen su alimento.
Los Jardines de cerveza, Biergärten, son terrazas típicas de Alemania donde se sirve cerveza. La palabra se usa en casi toda Alemania para referirse a cualquier establecimiento hostelero al aire libre.
Lo que hace especial al Biergarten es que el cliente tiene el derecho a llevar y consumir su propia comida, pagando solamente por la bebida. Los Jardines de cerveza se caracterizan por las mesas y bancos de madera y grandes árboles de castaños.