El Bretzel es originario de Baviera, Alemania. Y el nombre se deriva de la palabra latina "bracellus" brazos pequeños. Su forma recuerda unos brazos entrelazados.
El Bretzel tiene su origen en el siglo XIV, en el sur de Alemania. Su representación más antigua aparece en el Hortus Deliciarum, un manuscrito medieval del 1190. En una de las miniaturas del códice aparece la escena de un banquete con la reina Ester y su esposo el rey persa Asuero/Jerjes. Sobre la mesa, se observa un bretzel a la derecha del rey.
En la actualidad en un excelente aperitivo para comer entre las comidas o con las comidas como sustitución del pan. Es el complemento ideal para acompañar una espumeante cerveza. O simplemente para comer por el camino cuando pega el hambre.